miércoles, 31 de julio de 2013

¿SOY DEPENDIENTE EMOCIONAL?


 

 Las personas con dependencia emocional son muy susceptibles a encontrar parejas desequilibradas y patológicas estando estas en un papel subordinado dentro de su relación.

 

 Muchas personas dependen emocionalmente de sus parejas y cuando se acaba la relación rápidamente buscan una nueva relación amorosa. La adicción al amor hace que la persona busque y base su vida en torno a la persona amada y su vida dependerá de cómo vaya esa relación, sufrirá si no está al lado de la persona y lo vivirá como un gran trauma en caso de ruptura.

 

Las características en general de éstas personas dependientes emocionalmente suelen ser:


- Necesitan la aprobación de los demás continuamente para sentirse bien.

 

- Baja autoestima.

 

- Miedo a la soledad: ese miedo a no encontrar a otra persona que les comprenda y les quiera igual. Es por ello que la ruptura se les hace insuperable.

 

- Anteponen la necesidad de los demás a las suyas, casi nunca exigen sus derechos si pueden llegar a sentirse rechazados.

 

- Tener una relación de pareja será fundamental ya que tienen la necesidad de sentirse queridos.

 

- Necesidad de control hacia su pareja por miedo a esa pérdida: llamadas constantes, mensajes e incluso meterse en el móvil o en su correo electrónico.

 

- Buscan una relación lo más exclusiva posible evitando que tengan contacto con amigos, familiares, compañeros de trabajo…

 

A continuación voy a añadir un pequeño test por el que podréis saber si sufrís dependencia emocional.

 

Ø  ¿Crees que siempre das más a tu pareja de lo que recibes de ella?

Ø  ¿Sufres continuamente por sentir que los demás sólo piensan en sí mismos sin tener en cuenta lo que tú les aportas?

Ø  ¿Sientes que eres lo peor y crees que es por lo que no te quieren como a ti te gustaría?

Ø  ¿Discutís constantemente por el excesivo control de la vida de tu pareja?

Ø  Tras las discusiones, ¿te sientes culpable por lo que le dijiste y te embarga un sentimiento de angustia?

Ø  ¿Sueles idealizar a tu pareja?

Ø  ¿Sueles ayudar a las personas que te rodean siempre y te sientes en cierto modo obligado a ello?

Ø  ¿Tiendes a decirle a los demás que deberían hacer para ser felices?

Ø  ¿Tienes un sentimiento constante de soledad e incomprensión cuando no estás con tu pareja o en períodos en los que no la has tenido?

 

 Si respondes afirmativamente a la mayoría de ellas puede ser que estés sufriendo ésta adicción.

 

 

¿Cómo se puede superar?

 

- Aceptar primero que tienes éste problema es el primer paso, y un gran paso. Muchas veces tendemos al autoengaño y nos negamos a ver lo que es evidente porque así todo parece más fácil. Sin embargo, a veces anteponer las necesidades de los demás a las nuestras puede llevar a niveles patológicos.

 

- Haz una lista con todas las cosas que has hecho por lo que sientes por esa persona y que a la larga te han causado más problemas que beneficios para vuestra estabilidad emocional. Como por ejemplo si has abandonado cosas que te gustaba hacer , o has dejado de salir con tus amigos, etc. La finalidad del ejercicio es que te conciencies de tu sufrimiento y puedas sentirte más motivado para tomar las riendas de tu vida y lo que realmente quieres hacer.

 

-  Eleva tu autoestima. Tú vales mucho, y la valoración que tengan los demás de nosotros es importante pero no fundamental para ti. Quien realmente te aprecie y valore te querrá con tus virtudes y también con tus defectos.
Recuerda las veces que te has sentido bien contigo mismo e intenta imaginarla lo más vívidamente posible que puedas.

 

- Por último toma conciencia de que cuando tenemos pareja no la necesitamos, tienes que diferenciar entre necesitar y desear. Una cosa es que decidas compartir tu vida con una persona porque realmente lo desees y otra cosa es que sientas que lo necesites para que te aporte felicidad.

 

 

Si aún con éstos consejos eres consciente de que sufres ésta adicción al amor pero no te ves con fuerza ni sabes cómo puedes solucionarlo consulta con un buen profesional para que te ayude a mejorar tu estima.

 

 

 

 

 

 

martes, 23 de julio de 2013

DESEMPLEO Y CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS



En nuestro país nos toca vivir tiempos difíciles, pero más aún a los que están en ese gran gusano que nos invade que es el DESEMPLEO.  Casi cinco millones de personas en España no tienen trabajo y muchos de ellos sin medios para subsistir y sacar una familia adelante.

 

Tener empleo no sólo nos aporta una retribución económica sino también cierta identidad y estima al trabajar en nuestra vocación o en lo que nos sentimos capacitados para hacer. El empleo nos aporta una imagen de nosotros mismos, nos hace sentirnos útiles en la sociedad por lo que la privación de un empleo puede provocar tanto efectos emocionales como cognitivos que provocan ante todo ansiedad y depresión.

 

En principio cuando llega el despido solemos tener la confianza en que lo podremos resolver, confiamos en amigos, conocidos, en superar entrevistas e incluso cuando pasa algún tiempo hay personas que se lo toman como unas vacaciones, haciendo todo aquello que generalmente no pueden hacer cuando están trabajando. Cuando el tiempo pasa si no se encuentra trabajo comienzan a surgir pensamientos de inseguridad, de desconfianza hacia el futuro y miedo por perder el estatus y el mantenimiento familiar.

 

Uno de los primeros síntomas psicológicos que provoca éste estado es lo que se llama “síndrome de invisibilidad”, la persona siente que nadie lo ve, que no cuenta para nada. Es esa sensación de sentir que ya no puedes hacer lo que el resto de personas, ya que en ésta sociedad consumista en la que cuenta enormemente la apariencia y lo que tengas o no, hace que no te sientas integrado por la sociedad.

 

Algunas personas se atreven a pedir ayuda a sus familiares y amigos o recurren a Ong´s u otras instituciones para poder salir adelante, pero otras por temor o vergüenza no la piden.

 

El trabajo ocupa la mayoría del tiempo en nuestras vidas, implica salir un poco de nuestro núcleo familiar, relacionarnos en otro entorno, compartir nuevas experiencias, proporciona un estatus social…

 

Cuando perdemos el empleo todos éstos aspectos se ven mermados y pueden tener efectos psicológicos muy negativos para nuestra estima que creo son diferentes dependiendo de la edad en que nos suceda.

 

Generalmente, en los jóvenes, al comienzo puede provocar agresividad, pero cuando pasa el tiempo va provocando que se viva como un fracaso que predisponga a la depresión, aumento de pasividad, dejan de salir y reducen su círculo social ya que no pueden permitirse salir con los amigos, e incluso exclusión social y marginalidad.

 

En las personas más maduras y con cargas familiares los efectos suelen ser mayores al no poder acceder a algunas salidas laborales precisamente por tener esa carga familiar.

 

Aunque en la mayoría de los casos los síntomas finales son los mismos, depresión. Hasta tal punto que en España está provocando que sea la primera causa de los estados depresivos.

 

Para ello si tu situación es ésta lucha por aumentar tu auto-estima, estructura tu tiempo, no te rindas, toma la búsqueda de empleo como un trabajo porque esto te hará sentir más útil.

Busca algo que te haga relajarte para controlar la ansiedad, haz deporte a diario ya que aumenta el bienestar tanto físico como psíquico y dedica a buscar en algún momento del día soluciones para poder salir adelante.

 

Todas las situaciones en nuestra vida nos aportan experiencia y sabiduría y de esto también podemos aprender.

 

Si sientes que la situación te desborda y no puedes salir adelante no dudes en ponerte en contacto conmigo. He incluido precios especiales para personas en desempleo o en situación económica complicada.

 
¿Cómo afrontáis vosotros ésta situación?



domingo, 7 de julio de 2013

¿ QUÉ ES EL MINDFULNESS O ATENCIÓN PLENA?


 

Implica estar presente plenamente tanto desde nuestro cuerpo como mentalmente en un instante determinado.

 

Se logra a través de la meditación por medio de prácticas repetidas hasta que conseguimos llegar a una atención plena. Nos concentramos en el aquí y ahora en un estado de bienestar. Aceptar nuestra realidad sin juzgarla, ni criticarla y sin reaccionar a la experiencia tal y como es en el momento presente, es decir, situarse en una vivencia de distinta manera.

 

Nuestro mundo está lleno de situaciones que provocan diferentes reacciones en nosotros tanto si los estímulos son físicos como sociales hace que respondamos ante ellos de maneras muy variables influyendo nuestras creencias, valores, expectativas, necesidades. Muchas veces éstos patrones de comportamiento limitan nuestra libertad  e incluso nos pueden dañar emocionalmente.

 

El mindfulness nos propone liberarnos de éstas malas experiencias viviendo en el presente y aprendiendo por medio de la concentración y como si fuésemos un observador externo éstas vivencias.

 

Para ello deben trabajarse mediante los siguientes pasos:

 

- Presente: sentir las cosas tal y como son, sin controlarlas o juzgarlas, aceptarlas sin pensar en lo que ya pasó ni en lo que podría pasar en el futuro.

 

- Priorizar nuestras emociones y los hechos que suceden sin interpretarlos, simplemente dejarlos fluir.

 

- Aceptación y no control: comprender y aceptar lo que sucede sin más, sin valorarlas o descalificarlas. Muchas veces intentamos controlar situaciones que no pueden controlarse e incluso intentamos generalizarlo a infinidad de situaciones diferentes y esto conlleva a veces llegar a algo enfermizo, simplemente el no tener esa necesidad de control ya de por sí es liberador.

 

Una vez que hemos llegado a éste punto será hora de elegir para qué lo podemos utilizar y en qué situaciones podemos ponerlo en práctica.

 

Aunque a simple vista parece algo complicado y difícil de alcanzar con práctica y motivación es mucho más sencillo de lo que nos puede parecer e incluso ha resultado un método muy eficaz para sobrellevar algunas enfermedades sobre todo las dirigidas a los dolores crónicos.

 

Os animo a ello!!