La
comunicación es fundamental para una buena relación con los demás en todos los
ámbitos de nuestra vida, laboral, social, emocional…
Tanto
la comunicación verbal (palabras, tono, inflexión y volumen) como la no verbal
(gestos, movimientos, contacto visual…) son fundamentales y tienen que estar
acordes ambas. Muchas veces decimos: “te escucho” pero sin embargo estamos
mirando hacia otro lado por ejemplo.
La
comunicación parece algo básico, tenemos la creencia de que por el hecho de
haber aprendido correctamente nuestro idioma y tener un buen entendimiento de
éste nos resultará muy fácil, pero lo cierto es que muchas veces podemos perder
amistades, parejas e incluso trabajos por no haber sabido comunicarnos en ese
momento de una manera apropiada.
Entonces…¿Cómo
podemos mejorar la comunicación?
·
Ser
específicos con lo que queremos
decir: ser claros y concisos con lo que queremos decir sin generalizaciones. Si
digo “me siento triste” no estoy movilizando nada a la persona que tenemos en
frente, pero si sin embargo decimos: - hoy no has venido conmigo a la reunión
familiar y eso me ha hecho sentirme mal- la otra persona entenderá mucho mejor
por qué te encuentras en ese estado.
·
No
pongamos etiquetas a las personas
que nos rodean. Si nos centramos en la acción podemos conseguir que la persona
cambie la conducta que nos parece adecuada pero sin embargo si decimos que es
por ejemplo un “insensible” generalizamos. Os pongo un ejemplo: si yo digo
“eres un irresponsable ” en vez de “últimamente lo que haces es irresponsable”
incita a la otra persona a percibir que puede cambiar.
·
Concentrarnos
únicamente en un tema específico.
Muchas veces comenzamos hablando de algo y seguidamente terminamos reprochando
muchas cosas más.
·
Basarnos
en el presente. Cuando sacamos y
reprochamos conductas del pasado despierta malos sentimientos. El pasado ya no
puede cambiarse pero sí el presente.
·
Evitar generalizar: resultan más eficaces y efectivas
expresiones como “la mayoría de las veces” o “últimamente” que decir “siempre”,
“jamás” o “nunca” que raramente son ciertas y tienden a etiquetar de nuevo y no
hacen que nos sintamos valorados.
·
Ser
concretos y específicos sin alargar
demasiado ni repetir continuamente las cosas. Muchas veces repetimos
excesivamente un planteamiento ya que así nos parece que va a quedar más claro
cuando generalmente produce el efecto contrario y da la sensación que es un “charla”
o reprimenda que resulta muy infantil.
·
También
es importante cuidar la comunicación no
verbal como nuestro tono de voz, los gestos al hablar, nuestra mirada… que
deben ser acordes a lo que estamos intentando comunicar. No acercarnos en
exceso a nuestro interlocutor y establecer siempre contacto visual.
·
El
ambiente y lugar influye también en nuestra comunicación. No es lo mismo estar
a solas para pedir explicaciones a nuestra pareja por ejemplo, que si están
delante sus amigos.
·
La
escucha hacia la persona que tenemos
en frente es uno de los factores más importantes para una buena comunicación.
Requiere un esfuerzo superior a cuando estamos hablando ya que hay que
entender, comprender y dar sentido a lo que estamos oyendo. Pero no sólo
implica esto también los sentimientos o pensamientos que desprenden de
ella. Ser empáticos o ponernos en el
lugar de la persona a la que escuchamos nos permite entenderle mucho mejor y
que se sienta realmente apoyado y escuchado por nosotros.
·
Halagar con frases como “me alegro de que
hayamos charlado” o “siempre es un placer escucharte” …refuerza el vínculo en
una conversación y hace que la otra persona esté más motivada para contarnos lo
que quiera expresar.
Al igual que parafrasear con frases
como: “por lo que me dices… lo que entiendo es que…” “ya… te sentiste así
porque…”
“SI LOS HOMBRES HAN
NACIDO CON DOS OJOS, DOS OREJAS Y UNA BOCA ES PORQUE HAY QUE ESCUCHAR Y MIRAR
DOS VECES ANTES QUE HABLAR”
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