RELACIONES AMBIVALENTES (PARTE II)
Debido
a los muchos comentarios y visitas a éste blog en particular y viendo las dudas
que os han surgido respecto a éste tema, hoy voy a intentar aclarar algunas de
las más frecuentes y sobre todo intentar que razonéis si es conveniente seguir
en una relación que conlleva más sufrimiento que felicidad.
Bueno
ante todo, quiero aclarar, que, al igual que existen hombres ambivalentes,
también hay mujeres que lo son, pero decidí titularlo en el blog anterior “LOS
HOMBRES AMBIVALENTES” porque éstas conductas se dan mucho más frecuentemente en
ellos.
Las
relaciones ambivalentes son las que muchos de nosotros conocemos por parejas
que nos rodean como el “NI CONTIGO NI SIN TI”, dejan la relación, la retoman,
la vuelven a dejar y esto puede durar mucho más de lo que nos podemos imaginar,
pero si esto ocurre lógicamente es porque la persona que no lo es consiente en
ello y crea un fuerte enganche emocional hacia esa persona ambivalente.
- - Una relación sexual muy intensa
que hace que una vez cubierta esa necesidad se alejen o huyan de la relación, y
cuando la sientan de nuevo vuelvan a ella.
- - Disociación entre soledad-independencia:
necesitan rellenar el vacío que les produce la soledad pero en cuanto están un
tiempo sin ella echan de menos tener esa independencia.
- - Necesidad de control: hay una
cierta tendencia a dominar o incluso humillar pero a su vez tienden a ser
dependientes emocionalmente de su pareja. Cuando está separado se siente
cariñoso pero al estar unidos son irascibles y se enrabietan.
- - Miedo al compromiso: en el
momento en que sienten que la relación cada vez es más importante sienten una
aversión producida por el miedo a esa estabilidad que conlleva una falta de
independencia alejándose de nuevo de la relación.
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA
SALIR DE ÉSTAS RELACIONES?
De
todos los comentarios escritos en el anterior blog he podido sacar un denominador
común muy claro y con el que creo tod@s estaréis de acuerdo: el sufrimiento que
conlleva y ante todo el desgaste emocional tan tremendo que produce, por ello,
quiero proponeros varias opciones para que razonéis y valoréis si es
conveniente seguir con una relación de éstas características:
Ø ¿Cuántas veces te ha prometido que va
a cambiar? ¿y cuántas veces lo ha hecho? Seguramente lo habrá intentando
instigado por tus intentos de que cambie y por el miedo que puede causarle tu
perdida, porque aunque se aleje y vuelva, está claro que existe un enganche
emocional del que a ellos tampoco les es fácil salir, aunque se alejen, siempre
vuelven. Si no lo ha hecho hasta ahora ¿qué te dice que lo vaya a hacer en
alguna ocasión?
Ø La entrada del blog tiene miles de
lecturas, seguramente algunas de curiosos pero la mayoría de vosotros con ese
intento de buscar causas de ese comportamiento y maneras de solucionarlo con la
finalidad de ayudarlos a cambiar, pero la cruda realidad es que no podéis hacer
nada porque realmente el que tiene el problema y debe querer salir de él es la
persona que tiene esos comportamientos.
Ø Si decidís poner fin a esa relación
podréis daros cuenta de que realmente si tenéis claras vuestras emociones y
sentimientos sin depender de lo que os diga vuestra pareja o no y lo culpables
o desdichados que os hagan sentir. Si en ocasiones os desprecia o se aleja no
es sano, ni mucho menos normal para una relación sana de pareja.
Salir
de una relación siempre es doloroso y quizá de éste tipo más que otras y de las
que más provoca un fuerte enganche emocional. Pero imagina una relación futura
que sea estable, comprometida, que te quieran tal y como eres y sobre todo que te
sientas valorada.
Sé
que much@s de los que habéis leído mi blog veis muy difícil salir, si no os
sentís con fuerza para ello acudid a un profesional que os guíe y os enseñe a
construir un concepto sano del amor, si vuestra pareja no está dispuesta,
vosotros seguro que sí podéis!
Buenos días, lo primero me encanta tu entrada y esta siendo muy útil para mi. En mi caso es el más difícil todavía, rizar el rizo. Ya que mi ex hombre ambivalente, además está casado.El me dejó a mi, según tuvimos nuestra última relación sexual (hasta el último momento habíamos estado genial, eso sí... Con otras previas rupturas de él cuando mejor estábamos),en la cama tener una triste conversación diciendo lo bien que habríamos estado como pareja y horas después confirmar por teléfono que era una ruptura y adiós. Esta relación duro unos 3 años. Ambivalencia a lo bestia.
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