El optimismo es el valor que nos ayuda
a enfrentar las dificultades con buen ánimo y perseverancia, descubriendo lo
positivo que tienen las personas y las circunstancias, confiando en nuestras
capacidades y posibilidades junto con la ayuda que podemos recibir.
Su contrario, el pesimismo, nos hace empeñarnos
en descubrir inconvenientes y dificultades, nos provoca apatía y desánimo. El optimismo
supone hacer ese mismo esfuerzo para encontrar soluciones, ventajas y
posibilidades.
En general, parece que las
personas más optimistas tienden a tener mejor humor, a ser más perseverantes y
exitosos e, incluso, a tener mejor estado de salud física. De hecho, aquellas
personas que poseen altos niveles de optimismo y esperanza tienden a salir
fortalecidos y a encontrar beneficio en situaciones traumáticas y estresantes.
Ser optimista no es tan fácil, es
aprender a ver la vida con sus claroscuros mirándola de manera adecuada
mentalmente. El secreto está en cada uno de nosotros.
Mantener una actitud positiva
implica saber que ante las consecuencias que no podemos controlar, o las
adversidades que nos aguardan en la vida, podemos afrontarlas si nuestro estado
es fuerte y asumimos con ánimo lo que nos pueda suceder. Si nos esforzamos,
somos tenaces y no nos rendimos fácilmente todas estas adversidades que nos
surjan en la vida serán mucho más manejables. Sacar de ellas lo que hemos
aprendido para no volver a errar y considerarla como una experiencia más, hará
que nos sintamos mucho mejor y seamos más fuertes para próximas experiencias
negativas que nos puedan surgir.
Evita palabras en tu vida como: “nunca,
siempre, no sé o no puedo”… estas sólo nos hacen sentir realmente que es así.
Aprende a decir no, ello evitará
que tengas problemas a la larga y realmente hagas lo que tú quieres hacer y no
lo que quieren que hagas los demás.
Reírse de uno mismo es más
positivo de lo que creemos, muchas veces nos resulta difícil y absurdo, pero si
logras hacerlo hará que tus problemas parezcan mucho menos importantes o que
realmente no lo son tanto como tú creías.
Si realmente quieres que tu vida
laboral o personal sea mejor, no te sientes a ver cómo pasan los problemas, porque
no pasarán, sentarse y quejarse es muy fácil, ser optimista conlleva un
esfuerzo diario y una lucha porque las cosas en tu vida sean mejor… piensa qué
es lo que te merece la pena realmente.
Aprender a resistir y doblarse
sin romperse es vital para obtener una vida más completa y sana. Vivir una
situación traumática como una oportunidad para crecer como persona nos hace
grandes… y nos ayudará a fortalecer nuestra estima.
!!SEAMOS OPTIMISTAS!! ¿Qué crees que puede aportar más a tu vida?
No hay comentarios:
Publicar un comentario