Las expectativas que tenemos cada uno sobre nuestra manera
de ver la amistad influyen tanto en el número de amistades que tenemos como en
la calidad de éstos.
A veces muchas relaciones personales se terminan
deteriorando por no haber hablado las cosas en su momento, y por no tener
aclaradas esas expectativas entre ambos lados.
Quizá nos enfadamos porque no hicieron lo que esperábamos, o
porque sentimos que nosotros aportamos más que ellos, pero quizá la otra
persona no se haya dado cuenta o no entiende la amistad de la misma manera que
nosotros. También puede que a veces nosotros molestemos a otros con nuestra
actitud y no lo supiésemos.
Ante la amistad lo fundamental es ser naturales, crear
confianza y ser conscientes de qué amistades tenemos y saber qué esperan ellos
de nosotros, así las cosas resultarán más fáciles.
Tener verdaderos amigos siempre supone un esfuerzo mutuo y
constancia. Depende mucho de la forma de ser de cada uno, pero es importante si
quieres tenerlas no ser pasivo y dejar a un lado la timidez. La amistad debe
ser natural, gratificante y hacernos sentir bien, pero también implica evitar
la pereza personal para no quedarnos aislados.
Quizá tenemos un carácter difícil y somos de trato poco cordial, o hablamos sólo
de lo que nos gusta, o vamos sólo a lo que nos apetece hacer a nosotros, o
nunca nos acordamos de felicitar a nadie en su cumpleaños o en Navidad, ni nos
interesamos por su salud o la de su familia, ni hacemos casi nada por estar
cerca de ellos en los momentos difíciles.
O quizá somos muy posesivos o marimandones, o queremos
quedar siempre por encima, o escuchamos poco y hablamos mucho, o somos
demasiado melosos, o nos dedicamos a decir lo que tienen o no que hacer los
demás…
Esto no quiere decir que tengamos que tener muchos amigos,
yo creo en el dicho de “mejor solo que mal acompañado” y en el de “las buenas
amistades se cuentan con los dedos”. Pero si sientes que tienes amigos que
merecen la pena, que están ahí cuando lo necesitas y que te apoyan tanto en los
buenos como en los malos momentos… no los dejes pasar, amigos así no se
encuentran todos los días.
Si los tienes esfuérzate en mantenerlos y si no es así,
ábrete más a los demás, indaga, disfruta de la compañía de los que te rodean y
poco a poco surgirán de nuevo.
La clave para tener una buena amistad es algo muy sencillo:
esforzarse por las personas que saben escuchar y te apoyan.
¿Cuántos verdaderos
amigos tenéis y cuántos quedaron atrás por no superar tus expectativas?
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