domingo, 24 de marzo de 2013

EXPECTATIVAS Y AMISTAD


 
Las expectativas que tenemos cada uno sobre nuestra manera de ver la amistad influyen tanto en el número de amistades que tenemos como en la calidad de éstos.


A veces muchas relaciones personales se terminan deteriorando por no haber hablado las cosas en su momento, y por no tener aclaradas esas expectativas entre ambos lados.

Quizá nos enfadamos porque no hicieron lo que esperábamos, o porque sentimos que nosotros aportamos más que ellos, pero quizá la otra persona no se haya dado cuenta o no entiende la amistad de la misma manera que nosotros. También puede que a veces nosotros molestemos a otros con nuestra actitud y no lo supiésemos.

 
Ante la amistad lo fundamental es ser naturales, crear confianza y ser conscientes de qué amistades tenemos y saber qué esperan ellos de nosotros, así las cosas resultarán más fáciles.

 
Tener verdaderos amigos siempre supone un esfuerzo mutuo y constancia. Depende mucho de la forma de ser de cada uno, pero es importante si quieres tenerlas no ser pasivo y dejar a un lado la timidez. La amistad debe ser natural, gratificante y hacernos sentir bien, pero también implica evitar la pereza personal para no quedarnos aislados.

 
Quizá tenemos un carácter difícil  y somos de trato poco cordial, o hablamos sólo de lo que nos gusta, o vamos sólo a lo que nos apetece hacer a nosotros, o nunca nos acordamos de felicitar a nadie en su cumpleaños o en Navidad, ni nos interesamos por su salud o la de su familia, ni hacemos casi nada por estar cerca de ellos en los momentos difíciles.

 
O quizá somos muy posesivos o marimandones, o queremos quedar siempre por encima, o escuchamos poco y hablamos mucho, o somos demasiado melosos, o nos dedicamos a decir lo que tienen o no que hacer los demás…


Esto no quiere decir que tengamos que tener muchos amigos, yo creo en el dicho de “mejor solo que mal acompañado” y en el de “las buenas amistades se cuentan con los dedos”. Pero si sientes que tienes amigos que merecen la pena, que están ahí cuando lo necesitas y que te apoyan tanto en los buenos como en los malos momentos… no los dejes pasar, amigos así no se encuentran todos los días.


Si los tienes esfuérzate en mantenerlos y si no es así, ábrete más a los demás, indaga, disfruta de la compañía de los que te rodean y poco a poco surgirán de nuevo.

 
La clave para tener una buena amistad es algo muy sencillo: esforzarse por las personas que saben escuchar y te apoyan.

 
 

¿Cuántos verdaderos amigos tenéis y cuántos quedaron atrás por no superar tus expectativas?


 

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