domingo, 31 de marzo de 2013

¿SERÁ LA PERSONA DEFINITIVA EN MI VIDA?

 

Un día te despiertas por la mañana, miras la persona que tienes al lado y te haces ésta pregunta ¿será la persona definitiva en mi vida?. ¿Quién no se ha hecho ésta pregunta alguna vez?

 
El enamoramiento quizá es el causante de ésta pregunta, mientras estamos enamorados (tiempo que puede abarcar de nueve meses hasta cuatro años), sentimos atracción por la otra persona sin ver defectos, todo es como si estuviésemos flotando  y es una fase en la primera etapa de nuestra relación tan fuerte que luego es difícil de asumir cuando esto va decayendo poco a poco.

 

Con el tiempo la realidad va haciendo que descubramos que nuestra pareja no es como nosotros pensábamos, surgen incompatibilidades, discusiones y desencantos. En ésta etapa miramos más lo negativo y llegamos a conclusiones a veces equivocadas, como romper nuestra pareja o matrimonio o simplemente vivir resignados junto a alguien sin esperanza de poder cambiar nada junto a ella.

 

Pero esto no tiene por qué ser así, ni acabar de esas dos maneras.  En nuestra sociedad, tendemos a ver las cosas blancas o negras, o es la persona de mi vida o no lo es. El amor maduro consiste en mirar a nuestra pareja no como nuestro fin para ser felices o no, sino como una responsabilidad que es parte de ambos.

 

Muchas veces tomamos decisiones precipitadas por miedo a sufrir cuando quizá si nos paramos a pensar en las consecuencias una buena comunicación y asertividad con nuestra pareja podría solucionar muchos problemas. A veces sólo miramos lo negativo de nuestra pareja en vez de mirarnos un poquito a nosotros mismos y pensar cómo podríamos resolver nuestra crisis.

 

En una relación duradera y para que sea estable tenemos que cambiar esa idea preconcebida del amor eterno y dejar de buscar amores de cuentos y convertirnos nosotros mismos en la persona adecuada que realmente queremos ser para nuestra pareja. Los dos podéis crecer juntos y reeducaros para propiciar así vuestros intereses en función del otro.

 

Con esto no quiero decir que tengamos que conformarnos con nuestra pareja si sentimos que realmente nos hemos equivocado y no coincidimos ni en gustos ni intereses, que suele verse claramente cuando pasa esa fase de enamoramiento.

 

En otras ocasiones escogemos una pareja inconscientemente porque está ahí en el momento en que lo necesitamos o porque era la alternativa menos mala.

 

¿Cómo podemos saber si realmente es la persona con la que queremos estar entonces?


Es importante sentir ese crecimiento mutuo entre ambos, sentir que hay afinidades comunes, que realmente la persona con la que estamos merece la pena para nosotros, y también se esfuerza para que la relación vaya bien. El esfuerzo siempre implica que hay una motivación para que las cosas funcionen.

 

Para salvar los baches es imprescindible que los dos estéis dispuestos a involucraros, a aceptar defectos de nuestra pareja y asumir que es así y también a cambiar algunos aspectos de nosotros mismos en bien de la relación. Si tu pareja cambia alguno de sus defectos porque tú estés mejor con él o ella indicará que realmente hay una motivación para el cambio.

 

Pero la verdadera solución para salvar una pareja como ya he dicho en otras ocasiones será siempre la comunicación asertiva (ponerte en el lugar de la persona que tienes en frente) y ante todo la sinceridad ante tus sentimientos y tus actos.

 

¿Qué opináis al respecto?
 
 
 
 

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