miércoles, 13 de noviembre de 2013

PERSONALIDAD Y DINERO



         El dinero y cómo lo manejamos en nuestras vidas está asociado a muchos más factores emocionales de los que a primera vista podíamos pensar ya que afecta a nuestra autoestima y es algo fundamental para insertarse en la sociedad.  Se dice que da poder, posición social, seguridad e incluso que todo lo puede.

Cómo manejemos nuestro dinero depende en gran medida de nuestras carencias afectivas y vivencias a lo largo de nuestra vida. Es una energía vital que es manipulada por nuestros mandatos mentales, sobre todo el miedo. Nuestro mundo material se refleja perfectamente en nuestro mundo emocional. Cuando tenemos un gran temor éste produce una inseguridad que genera en nosotros auto-críticas o castigos creando diferentes conductas como la ludopatía, la avaricia o el despilfarro. Para que lo entendáis mejor voy a poner algunos ejemplos:


-       La persona avara piensa que cuanta mayor cantidad de dinero posea mayor seguridad tendrá en un futuro.  Suelen ser personas negativas, con malestar continuo e inseguras, con un alto control de sus impulsos, del orden y muy rígidas, que buscan esa carencia a través de lo que creen les da seguridad. Viven toda la vida en la miseria sin disfrutarla y aunque suelen llegar a tener enormes cantidades de dinero al pasar su vida se dan cuenta de que su malestar sigue ahí y cada vez sienten mayor incapacidad para vivirla plenamente, ya que éste círculo vicioso se hace cada vez mayor, al cabo del tiempo esto se acrecentará.

 
 


-       En el lado contrapuesto, pero no por ello muy diferente en cuanto a carencias con el anterior, está la persona despilfarradora. No pueden retener el dinero, gastan más de lo que deben hasta llegar a veces a un nivel de pobreza absoluta. El miedo es el mismo pero su comportamiento se expresa de manera opuesta al anterior. Generalmente han tenido cerca en su infancia personas que han sido avaras y no quieren parecerse a ellas, piensan en el disfrute momentáneo, viven al día creando una falta de responsabilidad importante en el futuro debido a ese sentimiento o carencia de afecto, soledad y abandono.
 

 

-       La ludopatía implica una falta de control de impulsos que les lleva a una satisfacción momentánea que calma su ansiedad pero que una vez llevada a cabo conlleva un alto nivel de culpabilidad y sufrimiento por haber gastado ese dinero que generalmente no pueden gastar.

 

          En conclusión, el tener dinero y manejarlo adecuadamente depende en gran medida de la estima y lo que nos queramos a nosotros mismos. Está claro que el dinero es imposible que no nos interese en nuestra vida, nada es gratis, pero si podemos aprender a adecuarlo mejor, hará nuestra vida mucho más plena. No es lo mismo valorarlo como posesión, como necesidad, o como medio de disfrute o gozo. En el momento en el que esto suponga un descontrol, un sufrimiento o un estado de ansiedad, es cuando deberíamos replantearnos nuestra manera de manejarlo y nuestro propio estado de bienestar personal.

lunes, 21 de octubre de 2013

¿POR QUÉ SE PRODUCE LA INFIDELIDAD?



         La infidelidad ha estado presente siempre en la historia, tanto en hombres como en mujeres, siempre mal vista por muchos, aunque curiosamente sigue siendo una de las causas más comunes en rupturas de pareja.

Contrariamente a lo que suele pensarse en general, la infidelidad es buscada más por problemas emocionales que meramente sexuales, es decir, no tiene tanto que ver la insatisfacción sexual con la pareja como una búsqueda de un sentimiento que va más allá: buscar amistad, apoyo, comunicación y comprensión porque sentimos ésta carencia por parte de nuestra pareja.

                      

Hay múltiples causas que pueden provocar que se dé la infidelidad:



-       El factor que considero fundamental es la falta de comunicación y confianza para decirle a nuestra pareja lo que nos falta y necesitamos. Cuando comenzamos una relación tendemos a idealizar a esa persona, pero cuando el tiempo va pasando, puede que nos demos cuenta de que no somos tan compatibles como creíamos. Poco a poco hay un abandono mutuo de la pareja, surgen decepciones y a veces esto provoca que busquemos inconscientemente esa nueva persona que nos haga sentirnos queridos y valorados.


-       A veces nos sentimos vacíos, desesperanzados y deprimidos, en éste estado podemos tender a seguir buscando lo que creemos que puede ser nuestra “pareja ideal” y aunque no sabemos exactamente cómo sería esa persona tendemos a seguir buscándola.


-       Nuestra infancia también se ve determinada por la conducta familiar que hayamos vivido, si de niños fuimos desatendidos, o sobreprotegidos e inseguros es mucho más probable que de mayores seamos infieles a nuestra pareja. También en la vida adulta hay muchos padres que siguen influyendo en la vida de pareja ya que al faltarle esos límites en la infancia les provoca ese sentimiento de abandono que incitará de igual manera a la infidelidad cuando no se sienta protegido.
 
 


-       Otro gran enemigo de la fidelidad es la monotonía, una pareja sumida en la rutina, el aburrimiento y la falta de motivación para que se produzca un cambio, es mucho más vulnerable a éste factor.

 
 
-       Problemas sexuales o relaciones sexuales poco frecuentes también, por supuesto, es otro factor que lo provoca aunque en éste caso, las infidelidades suelen ser más una búsqueda de satisfacción sexual que emocional.

 

-       El miedo a perder la libertad cuando nuestra pareja nos resulta asfixiante, o bien una de las partes tiene miedo al compromiso y se sienten atrapados intenta sentirse libre cometiendo actos infieles.

 

-       Hay infidelidades que en cierto modo también son consentidas por la otra pareja, en casos en los que la relación está muy deteriorada  existen miedos a la soledad, a sentirse abandonado o desprotegido. Estas personas consienten la infidelidad aunque no lo comuniquen, sabiendo que ésta se da esporádicamente. Sufren en silencio, pero temen dar el paso de comunicarse con su pareja por el miedo de quedarse solos.

 

Con todo esto, aunque existen como veis múltiples causas, creo que no siempre es todo culpa de quien comete los actos infieles, hay que valorar siempre y pensar por qué ha pasado esto, cuál es su causa, si tiene solución y sobre todo aprender a comunicarnos sin miedo con nuestra pareja. Muchas veces no el que es infiel es el culpable de todo, quizá si escuchamos y entendemos sus razones podemos entender mejor por qué se ha producido, quizá está buscando carencias sexuales, emocionales o intelectuales que no le hemos podido dar.

 

La infidelidad es simplemente un síntoma de que algo en nuestra relación de pareja está fallando, por lo tanto, es un bueno momento para pensar cómo podemos solucionarlo e intentar mejorar nuestra comunicación, tanto si nos vemos con capacidad para hacerlo nosotros mismos como si necesitáis la ayuda de un terapeuta de pareja.

 

¿Perdonarías una infidelidad a tu pareja?

lunes, 7 de octubre de 2013

¿ES CONVENIENTE UNA NUEVA RELACIÓN TRAS UNA RUPTURA RECIENTE?



Cada persona y cada relación es diferente y por tanto, ante todo, siempre hay que hacer una evaluación personalizada de cada situación, sin embargo, sí hay unas pautas generales que pueden aplicarse a ésta pregunta que hoy planteo.

Muchas veces ante el dolor que nos produce una ruptura traumática en una relación que ha sido duradera tendemos a buscar una persona que nos haga olvidar éste dolor. Esto es algo lógico y podría considerarse normal ya que queremos poner fin a los sentimientos de tristeza y soledad que produce ésta ante la alegría que puede producir una nueva.  Pero en general, esto no suele ser así, cuanto más traumática ha sido una ruptura menos aconsejable es implicarse de forma inmediata en una nueva relación con intenciones de estabilidad y durabilidad.

Voy a exponeros las principales razones:

-       La primera es que necesitamos un periodo soledad y reflexión para asimilar la ruptura, los errores que cometimos, la forma en que los resolvemos, qué hicimos bien y qué no, qué nos gustaría cambiar en la siguiente, etc. Es decir, una manera similar a un duelo sobre una parte importante en nuestra vida, digerir lo sucedido y coger fuerzas para lo que pueda surgir en el futuro. La razón principal es porque si comenzamos una relación inmediatamente después de dejar otra, seguiremos cometiendo y haciendo el mismo patrón que hemos realizado en nuestra pareja anterior. Independientemente de que la causa de la ruptura haya sido porque pedimos o esperamos demasiado a nuestra pareja, o porque nos da miedo madurar y no tener responsabilidades, o porque hayamos sido infieles o lo hayan sido con nosotros… sin un periodo de reflexión seguiremos teniendo las mismas dificultades y no tendremos capacidad de enfrentarnos a ellas.
 
 

-       La segunda razón tiene que ver con la nueva persona con la que queremos mantener una nueva relación y su felicidad. Si no hemos superado nuestra relación anterior, lo más probable es que plasmemos en la nueva todos nuestros temores, inseguridades y nos mostraremos desconfiados si nuestra ruptura fue por desconfianza desconfiaremos de la siguiente, si sentíamos que nos asfixiaba estaremos reticentes a sus acercamientos emocionales… Y esto además de ser injusto para nuestra nueva pareja será un muro importante para que funcione correctamente.

-       La tercera razón tiene que ver con nuestras defensas, es decir, nuestras capacidades estarán mermadas y puede que seamos incapaces para elegir a la persona adecuada. La baja autoestima, el miedo a la soledad, a veces nos incitan a buscar una relación que puede ser bastante disparatada, encontrar una relación destructiva e incluso si entramos en éste bucle tener una  relación fracasada tras otra.

Concluyendo, cuanto más dura haya sido una ruptura más tiempo necesitamos para superarla y más grande es la necesidad de reencontrarnos y reflexionar sobre ello. Por supuesto esto no sucede siempre, y no es una regla objetiva y general que se produzca en todas las ocasiones, pero sí suele ser lo más probable.

El periodo tras una separación es una excelente ocasión para madurar, crecer personalmente y un ciclo vital para analizar quiénes somos, qué buscamos y qué queremos para nuestro futuro. Esto por supuesto no es fácil ni sencillo, pero las personas que lo logran consiguen mucha mayor estabilidad y se transforman en personas más fuertes, equilibradas y con las metas a conseguir mucho más claras.

Todo pasa y todo llega, sólo tenemos que tener fuerzas y ánimo para recuperarnos, conocernos mejor y conseguir nuestra felicidad!!
 

¿Cómo superasteis una ruptura importante?
 
 

martes, 3 de septiembre de 2013

¿CÓMO COMUNICARNOS MEJOR CON LOS DEMÁS?




La comunicación es fundamental para una buena relación con los demás en todos los ámbitos de nuestra vida, laboral, social, emocional…

 

Tanto la comunicación verbal (palabras, tono, inflexión y volumen) como la no verbal (gestos, movimientos, contacto visual…) son fundamentales y tienen que estar acordes ambas. Muchas veces decimos: “te escucho” pero sin embargo estamos mirando hacia otro lado por ejemplo.

 

La comunicación parece algo básico, tenemos la creencia de que por el hecho de haber aprendido correctamente nuestro idioma y tener un buen entendimiento de éste nos resultará muy fácil, pero lo cierto es que muchas veces podemos perder amistades, parejas e incluso trabajos por no haber sabido comunicarnos en ese momento de una manera apropiada.

 

 Entonces…¿Cómo podemos mejorar la comunicación?

 

·         Ser específicos con lo que queremos decir: ser claros y concisos con lo que queremos decir sin generalizaciones. Si digo “me siento triste” no estoy movilizando nada a la persona que tenemos en frente, pero si sin embargo decimos: - hoy no has venido conmigo a la reunión familiar y eso me ha hecho sentirme mal- la otra persona entenderá mucho mejor por qué te encuentras en ese estado.

·         No pongamos etiquetas a las personas que nos rodean. Si nos centramos en la acción podemos conseguir que la persona cambie la conducta que nos parece adecuada pero sin embargo si decimos que es por ejemplo un “insensible” generalizamos. Os pongo un ejemplo: si yo digo “eres un irresponsable ” en vez de “últimamente lo que haces es irresponsable” incita a la otra persona a percibir que puede cambiar.

·         Concentrarnos únicamente en un tema específico. Muchas veces comenzamos hablando de algo y seguidamente terminamos reprochando muchas cosas más.

·         Basarnos en el presente. Cuando sacamos y reprochamos conductas del pasado despierta malos sentimientos. El pasado ya no puede cambiarse pero sí el presente.
 

·         Evitar generalizar: resultan más eficaces y efectivas expresiones como “la mayoría de las veces” o “últimamente” que decir “siempre”, “jamás” o “nunca” que raramente son ciertas y tienden a etiquetar de nuevo y no hacen que nos sintamos valorados.

·         Ser concretos y específicos sin alargar demasiado ni repetir continuamente las cosas. Muchas veces repetimos excesivamente un planteamiento ya que así nos parece que va a quedar más claro cuando generalmente produce el efecto contrario y da la sensación que es un “charla” o reprimenda que resulta muy infantil.

·         También es importante cuidar la comunicación no verbal como nuestro tono de voz, los gestos al hablar, nuestra mirada… que deben ser acordes a lo que estamos intentando comunicar. No acercarnos en exceso a nuestro interlocutor y establecer siempre contacto visual.

·         El ambiente y lugar influye también en nuestra comunicación. No es lo mismo estar a solas para pedir explicaciones a nuestra pareja por ejemplo, que si están delante sus amigos.

·         La escucha hacia la persona que tenemos en frente es uno de los factores más importantes para una buena comunicación. Requiere un esfuerzo superior a cuando estamos hablando ya que hay que entender, comprender y dar sentido a lo que estamos oyendo. Pero no sólo implica esto también los sentimientos o pensamientos que desprenden de ella.  Ser empáticos o ponernos en el lugar de la persona a la que escuchamos nos permite entenderle mucho mejor y que se sienta realmente apoyado y escuchado por nosotros.

·         Halagar con frases como “me alegro de que hayamos charlado” o “siempre es un placer escucharte” …refuerza el vínculo en una conversación y hace que la otra persona esté más motivada para contarnos lo que quiera expresar.

Al igual que parafrasear con frases como: “por lo que me dices… lo que entiendo es que…” “ya… te sentiste así porque…”

 

 

 

 

“SI LOS HOMBRES HAN NACIDO CON DOS OJOS, DOS OREJAS Y UNA BOCA ES PORQUE HAY QUE ESCUCHAR Y MIRAR DOS VECES ANTES QUE HABLAR”

 

jueves, 15 de agosto de 2013

¿POR QUÉ NO ENCUENTRO LA PAREJA ADECUADA PARA MI?


 

Tanto hombres como mujeres buscamos lo mismo, encontrar una pareja con la que sentirnos a gusto, que nos motive, aprecie y complemente como persona.

 

Pero si ambos sexos buscamos lo mismo, ¿qué nos impide encontrarla? ¿por qué buscamos implicaciones externas y culpamos a los demás cuando la razón puede estar en nosotros mismos?

 

Quizá esto depende de nuestros procesos mentales utilizados en nuestro día a día que hacen que nos planteemos e interpretemos la realidad erróneamente y sobre todo de nuestras expectativas:

 

·         Quizá esperas que esa persona tenga unas cualidades específicas y demasiado rígidas que hacen que pierdas oportunidades de encontrar personas interesantes. Es importante saber qué buscamos pero siempre dentro de una flexibilidad considerable. Abre algo más tu mente, todos tenemos valores y quizá son mucho más interesantes de lo que nunca te habías planteado.

·         A veces tenemos creencias sociales que son irreales o incluso creencias que llevan con nosotros desde la infancia y que quizá hoy en día se han quedado obsoletas como… “ ya soy demasiado mayor para encontrar pareja” o “a ésta edad todos los hombres interesantes ya tienen pareja”. Analiza éstos pensamientos y mira si realmente son congruentes y válidos.

·         El estado de ánimo es fundamental, si estás desmotivado o triste esto hará que nadie quiera entablar ninguna relación o acercamiento hacia ti. Todo el mundo desea estar con gente que nos hace sentir bien pero no con nadie que proyecta negatividad o tristeza.

·         A veces también nos obsesionamos en la búsqueda de pareja y ésta obsesión provoca precisamente lo contrario ya que ésta energía de desesperación se transmite claramente a los demás. Relájate y disfruta de tu soledad, tiene muchas más ventajas de las que crees: libertad, hacer lo que te apetezca cuando quieras, cuidarte, mimarte… y en cuanto tomes ésta actitud la gente que te rodea se unirá a ti sin darte cuenta.

·         Nuestra autoestima también es fundamental. Si estás pensando que nunca vas a encontrar pareja o has tenido malas experiencias tendemos a generalizar éstos fracasos (que nunca son sólo parte de una sola persona en la pareja) y no olvides que lo que tú te quieres es lo que los demás nos querrán. Tú te mereces todo lo mejor como cualquier otra persona que aprecies y valores. Todos somos especiales y únicos y siempre podemos encontrar una persona que tenga en cuenta y aprecie cómo somos. Puedes tener todo lo que quieres, es simplemente cuestión de actitud.

 

 

 

Plantéate todos éstos puntos todos los días y no dejes que esos pensamientos negativos controlen tu vida. Quizá tus miedos y preocupaciones te estén llevando por el camino contrario al que tú quieres ir.

 

Un ejercicio muy satisfactorio y positivo es imaginarte situaciones con lo que para ti sería tu pareja ideal: momentos, sentimientos, sensaciones, emociones… Hazlo todos los días como si fuese real y esto ayudará a que encuentres a tu pareja antes de lo que tú crees.

 

Atraerás a lo que se parezca a ti, todo lo que sientas o pienses lo tendrás en tu vida y lo que obtengas dependerá de ti. Si nos respetamos a nosotros mismos encontraremos a la persona adecuada a nuestro lado. Pero para ello tendremos que dejar de lado nuestros miedos, creencias inadecuadas, caretas…

 

Tenemos que liberarnos de esas voces del pasado, de esas creencias erróneas acerca del amor y diferenciar que buscamos a alguien que nos aporte felicidad sin celos, posesiones, deseos de dominar o que nos dominen…

 

Debemos querer relacionarnos con otra persona para disfrutar, siendo consciente de quién es esa persona, los defectos que tiene y nunca relacionarse con miedo a perderla.

 

Si aprendemos a estar solos, a no necesitar a nadie con quién apegarnos y apoyarnos encontrar pareja no será una necesidad sino una elección de querer compartir nuestra vida con una base realmente sólida.

 

 
¡Reflexiona, encuéntrate, disfruta de ti mismo y pronto estarás compartiendo tu vida con la persona que realmente deseas estar!

miércoles, 31 de julio de 2013

¿SOY DEPENDIENTE EMOCIONAL?


 

 Las personas con dependencia emocional son muy susceptibles a encontrar parejas desequilibradas y patológicas estando estas en un papel subordinado dentro de su relación.

 

 Muchas personas dependen emocionalmente de sus parejas y cuando se acaba la relación rápidamente buscan una nueva relación amorosa. La adicción al amor hace que la persona busque y base su vida en torno a la persona amada y su vida dependerá de cómo vaya esa relación, sufrirá si no está al lado de la persona y lo vivirá como un gran trauma en caso de ruptura.

 

Las características en general de éstas personas dependientes emocionalmente suelen ser:


- Necesitan la aprobación de los demás continuamente para sentirse bien.

 

- Baja autoestima.

 

- Miedo a la soledad: ese miedo a no encontrar a otra persona que les comprenda y les quiera igual. Es por ello que la ruptura se les hace insuperable.

 

- Anteponen la necesidad de los demás a las suyas, casi nunca exigen sus derechos si pueden llegar a sentirse rechazados.

 

- Tener una relación de pareja será fundamental ya que tienen la necesidad de sentirse queridos.

 

- Necesidad de control hacia su pareja por miedo a esa pérdida: llamadas constantes, mensajes e incluso meterse en el móvil o en su correo electrónico.

 

- Buscan una relación lo más exclusiva posible evitando que tengan contacto con amigos, familiares, compañeros de trabajo…

 

A continuación voy a añadir un pequeño test por el que podréis saber si sufrís dependencia emocional.

 

Ø  ¿Crees que siempre das más a tu pareja de lo que recibes de ella?

Ø  ¿Sufres continuamente por sentir que los demás sólo piensan en sí mismos sin tener en cuenta lo que tú les aportas?

Ø  ¿Sientes que eres lo peor y crees que es por lo que no te quieren como a ti te gustaría?

Ø  ¿Discutís constantemente por el excesivo control de la vida de tu pareja?

Ø  Tras las discusiones, ¿te sientes culpable por lo que le dijiste y te embarga un sentimiento de angustia?

Ø  ¿Sueles idealizar a tu pareja?

Ø  ¿Sueles ayudar a las personas que te rodean siempre y te sientes en cierto modo obligado a ello?

Ø  ¿Tiendes a decirle a los demás que deberían hacer para ser felices?

Ø  ¿Tienes un sentimiento constante de soledad e incomprensión cuando no estás con tu pareja o en períodos en los que no la has tenido?

 

 Si respondes afirmativamente a la mayoría de ellas puede ser que estés sufriendo ésta adicción.

 

 

¿Cómo se puede superar?

 

- Aceptar primero que tienes éste problema es el primer paso, y un gran paso. Muchas veces tendemos al autoengaño y nos negamos a ver lo que es evidente porque así todo parece más fácil. Sin embargo, a veces anteponer las necesidades de los demás a las nuestras puede llevar a niveles patológicos.

 

- Haz una lista con todas las cosas que has hecho por lo que sientes por esa persona y que a la larga te han causado más problemas que beneficios para vuestra estabilidad emocional. Como por ejemplo si has abandonado cosas que te gustaba hacer , o has dejado de salir con tus amigos, etc. La finalidad del ejercicio es que te conciencies de tu sufrimiento y puedas sentirte más motivado para tomar las riendas de tu vida y lo que realmente quieres hacer.

 

-  Eleva tu autoestima. Tú vales mucho, y la valoración que tengan los demás de nosotros es importante pero no fundamental para ti. Quien realmente te aprecie y valore te querrá con tus virtudes y también con tus defectos.
Recuerda las veces que te has sentido bien contigo mismo e intenta imaginarla lo más vívidamente posible que puedas.

 

- Por último toma conciencia de que cuando tenemos pareja no la necesitamos, tienes que diferenciar entre necesitar y desear. Una cosa es que decidas compartir tu vida con una persona porque realmente lo desees y otra cosa es que sientas que lo necesites para que te aporte felicidad.

 

 

Si aún con éstos consejos eres consciente de que sufres ésta adicción al amor pero no te ves con fuerza ni sabes cómo puedes solucionarlo consulta con un buen profesional para que te ayude a mejorar tu estima.

 

 

 

 

 

 

martes, 23 de julio de 2013

DESEMPLEO Y CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS



En nuestro país nos toca vivir tiempos difíciles, pero más aún a los que están en ese gran gusano que nos invade que es el DESEMPLEO.  Casi cinco millones de personas en España no tienen trabajo y muchos de ellos sin medios para subsistir y sacar una familia adelante.

 

Tener empleo no sólo nos aporta una retribución económica sino también cierta identidad y estima al trabajar en nuestra vocación o en lo que nos sentimos capacitados para hacer. El empleo nos aporta una imagen de nosotros mismos, nos hace sentirnos útiles en la sociedad por lo que la privación de un empleo puede provocar tanto efectos emocionales como cognitivos que provocan ante todo ansiedad y depresión.

 

En principio cuando llega el despido solemos tener la confianza en que lo podremos resolver, confiamos en amigos, conocidos, en superar entrevistas e incluso cuando pasa algún tiempo hay personas que se lo toman como unas vacaciones, haciendo todo aquello que generalmente no pueden hacer cuando están trabajando. Cuando el tiempo pasa si no se encuentra trabajo comienzan a surgir pensamientos de inseguridad, de desconfianza hacia el futuro y miedo por perder el estatus y el mantenimiento familiar.

 

Uno de los primeros síntomas psicológicos que provoca éste estado es lo que se llama “síndrome de invisibilidad”, la persona siente que nadie lo ve, que no cuenta para nada. Es esa sensación de sentir que ya no puedes hacer lo que el resto de personas, ya que en ésta sociedad consumista en la que cuenta enormemente la apariencia y lo que tengas o no, hace que no te sientas integrado por la sociedad.

 

Algunas personas se atreven a pedir ayuda a sus familiares y amigos o recurren a Ong´s u otras instituciones para poder salir adelante, pero otras por temor o vergüenza no la piden.

 

El trabajo ocupa la mayoría del tiempo en nuestras vidas, implica salir un poco de nuestro núcleo familiar, relacionarnos en otro entorno, compartir nuevas experiencias, proporciona un estatus social…

 

Cuando perdemos el empleo todos éstos aspectos se ven mermados y pueden tener efectos psicológicos muy negativos para nuestra estima que creo son diferentes dependiendo de la edad en que nos suceda.

 

Generalmente, en los jóvenes, al comienzo puede provocar agresividad, pero cuando pasa el tiempo va provocando que se viva como un fracaso que predisponga a la depresión, aumento de pasividad, dejan de salir y reducen su círculo social ya que no pueden permitirse salir con los amigos, e incluso exclusión social y marginalidad.

 

En las personas más maduras y con cargas familiares los efectos suelen ser mayores al no poder acceder a algunas salidas laborales precisamente por tener esa carga familiar.

 

Aunque en la mayoría de los casos los síntomas finales son los mismos, depresión. Hasta tal punto que en España está provocando que sea la primera causa de los estados depresivos.

 

Para ello si tu situación es ésta lucha por aumentar tu auto-estima, estructura tu tiempo, no te rindas, toma la búsqueda de empleo como un trabajo porque esto te hará sentir más útil.

Busca algo que te haga relajarte para controlar la ansiedad, haz deporte a diario ya que aumenta el bienestar tanto físico como psíquico y dedica a buscar en algún momento del día soluciones para poder salir adelante.

 

Todas las situaciones en nuestra vida nos aportan experiencia y sabiduría y de esto también podemos aprender.

 

Si sientes que la situación te desborda y no puedes salir adelante no dudes en ponerte en contacto conmigo. He incluido precios especiales para personas en desempleo o en situación económica complicada.

 
¿Cómo afrontáis vosotros ésta situación?



domingo, 7 de julio de 2013

¿ QUÉ ES EL MINDFULNESS O ATENCIÓN PLENA?


 

Implica estar presente plenamente tanto desde nuestro cuerpo como mentalmente en un instante determinado.

 

Se logra a través de la meditación por medio de prácticas repetidas hasta que conseguimos llegar a una atención plena. Nos concentramos en el aquí y ahora en un estado de bienestar. Aceptar nuestra realidad sin juzgarla, ni criticarla y sin reaccionar a la experiencia tal y como es en el momento presente, es decir, situarse en una vivencia de distinta manera.

 

Nuestro mundo está lleno de situaciones que provocan diferentes reacciones en nosotros tanto si los estímulos son físicos como sociales hace que respondamos ante ellos de maneras muy variables influyendo nuestras creencias, valores, expectativas, necesidades. Muchas veces éstos patrones de comportamiento limitan nuestra libertad  e incluso nos pueden dañar emocionalmente.

 

El mindfulness nos propone liberarnos de éstas malas experiencias viviendo en el presente y aprendiendo por medio de la concentración y como si fuésemos un observador externo éstas vivencias.

 

Para ello deben trabajarse mediante los siguientes pasos:

 

- Presente: sentir las cosas tal y como son, sin controlarlas o juzgarlas, aceptarlas sin pensar en lo que ya pasó ni en lo que podría pasar en el futuro.

 

- Priorizar nuestras emociones y los hechos que suceden sin interpretarlos, simplemente dejarlos fluir.

 

- Aceptación y no control: comprender y aceptar lo que sucede sin más, sin valorarlas o descalificarlas. Muchas veces intentamos controlar situaciones que no pueden controlarse e incluso intentamos generalizarlo a infinidad de situaciones diferentes y esto conlleva a veces llegar a algo enfermizo, simplemente el no tener esa necesidad de control ya de por sí es liberador.

 

Una vez que hemos llegado a éste punto será hora de elegir para qué lo podemos utilizar y en qué situaciones podemos ponerlo en práctica.

 

Aunque a simple vista parece algo complicado y difícil de alcanzar con práctica y motivación es mucho más sencillo de lo que nos puede parecer e incluso ha resultado un método muy eficaz para sobrellevar algunas enfermedades sobre todo las dirigidas a los dolores crónicos.

 

Os animo a ello!!

miércoles, 19 de junio de 2013

APRENDER A DECIR "NO"


Muchos de nosotros, desde nuestra infancia nos han enseñado que debemos ser amables y ayudar siempre a los demás. Pero lamentablemente hay mucha gente que se aprovecha de éstas situaciones y hacen un abuso de lo que nosotros podemos aportarles.
 
¿ Cuántas veces habéis hecho algo que no os apetecía porque no supisteis decir NO?.
 
 Algunas veces porque nos sentimos obligados, otras porque pensamos que debemos hacerlo, otra porque nos hace sentirnos egoístas... Te ha tocado quedarte con el perro del vecino, o haciendo horas extras en el trabajo continuamente, o se han quedado con un libro que prestaste a un amigo, o has tenido que hacer algo que no te apetezca hacer... Tenemos miedo a decir no por sentirnos menos queridos, miedo a parecer antipáticos, porque no queremos conflictos, inseguridad, baja autoestima...
 
Piensa en todas las veces que has dicho sí cuando te hubiese gustado decir NO y cuáles han sido las causas. Si era por obligación, compasión, por demasiado amor o por una búsqueda de reconocimiento por parte de los demás.



El decir "NO" no implica que vayamos a perder a nuestra familia ni amigos ni vayamos a ser menos amables o generosos. Siempre y cuando estemos seguros de lo que hacemos y mostremos nuestra amabilidad y simpatía la gente nos apreciará por cómo somos y no por lo que hacemos por ellos.
 
Mucha gente puede aprovecharse de la buena fe y abusar en cierto modo porque saben que no eres capaz de decir NO. Esta gente suele utilizar frases como:
 
<No me dejes en la estacada>,  <Pensaba que podía confiar en ti>,  < Creía que eres mi mejor amigo y ya veo que no>...
 
Si os cuesta decir no y pensáis que hacéis muchas más cosas por los demás de lo que realmente os gustaría hacer. Os muestro ciertas pautas para que vayáis practicando y seáis capaces de pronunciar ese "NO":
 
- Piensa cuáles son las personas a las que eres incapaz de decir no, detente en cada una de ellas y piensa de qué manera puedes ganarte su simpatía sin tener que hacer lo que te pidan siendo atento, generoso, animándolos, siendo positivo...
 
- Aunque hayamos dicho ya si a un favor podemos revocarlo y cambiarlo. Prepara un discurso para ello, ensáyalo en casa y luego enfréntate a esa persona.
 
- No tienes que justificarte ante aquellos a los que no estás obligado a dar explicaciones, ni disculparte si no tienes culpa de nada, pídeles que comprendan tu situación pero no sientas que de ello depende tu aprobación, si te muestras seguro de ti mismo la gente te respetará.
 
- Practica continuamente decir "NO" di esta palabra cuando te encuentres sólo, en tu casa, en la ducha, de camino al trabajo...
 
- Aprende a soportar que las otras personas se enfaden porque les has dicho que no, ellos no están acostumbrados a que tengas esas reacciones, si realmente te estiman, ya se les pasará. A parte de ti, no hay nadie a quien le interese que no sepas decir un "no".
 
- Cuando no sepas en algún momento si realmente quieres o no hacer algo por alguien utiliza un "si condicional", demuestra que comprendes la situación, y utiliza un: pues de momento no te lo puedo decir, o, quizá pueda quedarme hasta más tarde, pero entonces mañana aprovecharé para hacer lo que tengo pendiente... Cuantas menos palabras utilices más contundente y segura parecerás.
 
- Fíjate en una persona que admires y sepa decir no, pero no en alguien antipático ni egoísta, sino una persona que admires y aprecies y aprende de ella, mira qué tácticas utiliza para negarse a lo que no
quiere hacer, analízalas, ensáyalas e intenta practicarlas.
 
Aunque en un principio todas éstas prácticas nos parezcan muy difíciles, cuanto más las hagamos más sencillo nos resultará hacerlo y poco a poco aprenderemos el arte de decir "NO". Y al final no entenderás cómo te costaba tanto negarte a situaciones que no deseabas.










miércoles, 12 de junio de 2013

¿CÓMO CONTROLAR EL ENFADO?

 

El enfado es una reacción negativa que supone, en cierto modo, una negación de la realidad y nos lleva a sentirnos peor con nosotros mismos.


La mayoría de nosotros pasamos demasiado tiempo enfadados, con los hijos, en el trabajo, con nuestra familia, con amigos… e incluso todo esto puede hacer que tenga graves consecuencias, como está demostrado, en trastornos coronarios, dolores de cabeza, etc.


Generalmente, nuestros enfados van ligados tanto a nuestro ego como a nuestras expectativas o nivel de exigencia que tengamos. Es decir, tanto si nos enfadamos a menudo como si éstos se dan en situaciones determinadas, tenemos que aprender a identificar por qué se dan, ser conscientes de ello y las consecuencias y reacciones que provoca en nosotros. No somos tan importantes para los demás para que todo lo que digan o sientan tenga que ver con nosotros. En el momento en que aprendamos esto nos resultará mucho más fácil controlar la ira.

 
Creo que es tan perjudicial expresarlo de malas maneras como guardar esa ira y reprimirla, ya que cuando estalla, las consecuencias pueden ser aún mayores.  

 

 
 
Por todo ello, me gustaría mostraros unos cuántos consejos sobre cómo podemos controlar nuestros enfados:

 
- Cuando seamos conscientes de que nos estamos enfadando, respiremos tres veces profundamente y a continuación intentemos imaginar las consecuencias que esto puede causar.

 

- Intentemos analizar qué provoca nuestra ira, con qué personas y así podremos evitarlo mucho mejor. Si aceptamos a los demás tal y como son, nos ayudará a comprenderlo mejor y mejoraremos a la vez nuestras relaciones con los demás. En éste momento, acordémonos de lo mejor que tiene la persona que tenemos delante y esto apaciguará en cierto modo nuestro enfado.

 

- Expresemos nuestras emociones y lo que nos está haciendo sentir en ese momento. Muchas veces tendemos a pensar que los demás saben lo que nos pasa o lo que nos duele y la mayoría de las veces no suele ser así. Comunicar nuestros pensamientos y cómo nos sentimos de forma tranquila apacigua a las fieras.

 

- Salgamos a dar un paseo, a correr, a tomar el aire, a gritar a pleno pulmón… eso ayudará a cambiar nuestra actitud.

 

- Sólo podemos tener control de nosotros mismos, de nuestras respuestas y de nuestro comportamiento, lo demás está fuera de nuestro control. Quizá sintamos que la persona que nos enfada no tiene razón pero serán “sus” razones tan válidas como las tuyas… ponernos en el papel de quien tenemos en frente también puede hacer que comprendamos mejor la situación. Muchas veces vemos las cosas blancas o negras, busquemos las grises!!

 

Controlar el enfado no es lo mismo que reprimirlo. No digo que tengamos que callarnos y tragar nuestro dolor, pero aceptar y sentir lo que decimos sinceramente, no nos provocará herida.

 


Si aun así sentimos que se nos escapa de las manos, que nuestra ira inunda nuestra vida,  mejor acudir a un especialista que vivir en una amargura constante el resto de nuestra existencia, ¿no creéis?