lunes, 21 de octubre de 2013

¿POR QUÉ SE PRODUCE LA INFIDELIDAD?



         La infidelidad ha estado presente siempre en la historia, tanto en hombres como en mujeres, siempre mal vista por muchos, aunque curiosamente sigue siendo una de las causas más comunes en rupturas de pareja.

Contrariamente a lo que suele pensarse en general, la infidelidad es buscada más por problemas emocionales que meramente sexuales, es decir, no tiene tanto que ver la insatisfacción sexual con la pareja como una búsqueda de un sentimiento que va más allá: buscar amistad, apoyo, comunicación y comprensión porque sentimos ésta carencia por parte de nuestra pareja.

                      

Hay múltiples causas que pueden provocar que se dé la infidelidad:



-       El factor que considero fundamental es la falta de comunicación y confianza para decirle a nuestra pareja lo que nos falta y necesitamos. Cuando comenzamos una relación tendemos a idealizar a esa persona, pero cuando el tiempo va pasando, puede que nos demos cuenta de que no somos tan compatibles como creíamos. Poco a poco hay un abandono mutuo de la pareja, surgen decepciones y a veces esto provoca que busquemos inconscientemente esa nueva persona que nos haga sentirnos queridos y valorados.


-       A veces nos sentimos vacíos, desesperanzados y deprimidos, en éste estado podemos tender a seguir buscando lo que creemos que puede ser nuestra “pareja ideal” y aunque no sabemos exactamente cómo sería esa persona tendemos a seguir buscándola.


-       Nuestra infancia también se ve determinada por la conducta familiar que hayamos vivido, si de niños fuimos desatendidos, o sobreprotegidos e inseguros es mucho más probable que de mayores seamos infieles a nuestra pareja. También en la vida adulta hay muchos padres que siguen influyendo en la vida de pareja ya que al faltarle esos límites en la infancia les provoca ese sentimiento de abandono que incitará de igual manera a la infidelidad cuando no se sienta protegido.
 
 


-       Otro gran enemigo de la fidelidad es la monotonía, una pareja sumida en la rutina, el aburrimiento y la falta de motivación para que se produzca un cambio, es mucho más vulnerable a éste factor.

 
 
-       Problemas sexuales o relaciones sexuales poco frecuentes también, por supuesto, es otro factor que lo provoca aunque en éste caso, las infidelidades suelen ser más una búsqueda de satisfacción sexual que emocional.

 

-       El miedo a perder la libertad cuando nuestra pareja nos resulta asfixiante, o bien una de las partes tiene miedo al compromiso y se sienten atrapados intenta sentirse libre cometiendo actos infieles.

 

-       Hay infidelidades que en cierto modo también son consentidas por la otra pareja, en casos en los que la relación está muy deteriorada  existen miedos a la soledad, a sentirse abandonado o desprotegido. Estas personas consienten la infidelidad aunque no lo comuniquen, sabiendo que ésta se da esporádicamente. Sufren en silencio, pero temen dar el paso de comunicarse con su pareja por el miedo de quedarse solos.

 

Con todo esto, aunque existen como veis múltiples causas, creo que no siempre es todo culpa de quien comete los actos infieles, hay que valorar siempre y pensar por qué ha pasado esto, cuál es su causa, si tiene solución y sobre todo aprender a comunicarnos sin miedo con nuestra pareja. Muchas veces no el que es infiel es el culpable de todo, quizá si escuchamos y entendemos sus razones podemos entender mejor por qué se ha producido, quizá está buscando carencias sexuales, emocionales o intelectuales que no le hemos podido dar.

 

La infidelidad es simplemente un síntoma de que algo en nuestra relación de pareja está fallando, por lo tanto, es un bueno momento para pensar cómo podemos solucionarlo e intentar mejorar nuestra comunicación, tanto si nos vemos con capacidad para hacerlo nosotros mismos como si necesitáis la ayuda de un terapeuta de pareja.

 

¿Perdonarías una infidelidad a tu pareja?

lunes, 7 de octubre de 2013

¿ES CONVENIENTE UNA NUEVA RELACIÓN TRAS UNA RUPTURA RECIENTE?



Cada persona y cada relación es diferente y por tanto, ante todo, siempre hay que hacer una evaluación personalizada de cada situación, sin embargo, sí hay unas pautas generales que pueden aplicarse a ésta pregunta que hoy planteo.

Muchas veces ante el dolor que nos produce una ruptura traumática en una relación que ha sido duradera tendemos a buscar una persona que nos haga olvidar éste dolor. Esto es algo lógico y podría considerarse normal ya que queremos poner fin a los sentimientos de tristeza y soledad que produce ésta ante la alegría que puede producir una nueva.  Pero en general, esto no suele ser así, cuanto más traumática ha sido una ruptura menos aconsejable es implicarse de forma inmediata en una nueva relación con intenciones de estabilidad y durabilidad.

Voy a exponeros las principales razones:

-       La primera es que necesitamos un periodo soledad y reflexión para asimilar la ruptura, los errores que cometimos, la forma en que los resolvemos, qué hicimos bien y qué no, qué nos gustaría cambiar en la siguiente, etc. Es decir, una manera similar a un duelo sobre una parte importante en nuestra vida, digerir lo sucedido y coger fuerzas para lo que pueda surgir en el futuro. La razón principal es porque si comenzamos una relación inmediatamente después de dejar otra, seguiremos cometiendo y haciendo el mismo patrón que hemos realizado en nuestra pareja anterior. Independientemente de que la causa de la ruptura haya sido porque pedimos o esperamos demasiado a nuestra pareja, o porque nos da miedo madurar y no tener responsabilidades, o porque hayamos sido infieles o lo hayan sido con nosotros… sin un periodo de reflexión seguiremos teniendo las mismas dificultades y no tendremos capacidad de enfrentarnos a ellas.
 
 

-       La segunda razón tiene que ver con la nueva persona con la que queremos mantener una nueva relación y su felicidad. Si no hemos superado nuestra relación anterior, lo más probable es que plasmemos en la nueva todos nuestros temores, inseguridades y nos mostraremos desconfiados si nuestra ruptura fue por desconfianza desconfiaremos de la siguiente, si sentíamos que nos asfixiaba estaremos reticentes a sus acercamientos emocionales… Y esto además de ser injusto para nuestra nueva pareja será un muro importante para que funcione correctamente.

-       La tercera razón tiene que ver con nuestras defensas, es decir, nuestras capacidades estarán mermadas y puede que seamos incapaces para elegir a la persona adecuada. La baja autoestima, el miedo a la soledad, a veces nos incitan a buscar una relación que puede ser bastante disparatada, encontrar una relación destructiva e incluso si entramos en éste bucle tener una  relación fracasada tras otra.

Concluyendo, cuanto más dura haya sido una ruptura más tiempo necesitamos para superarla y más grande es la necesidad de reencontrarnos y reflexionar sobre ello. Por supuesto esto no sucede siempre, y no es una regla objetiva y general que se produzca en todas las ocasiones, pero sí suele ser lo más probable.

El periodo tras una separación es una excelente ocasión para madurar, crecer personalmente y un ciclo vital para analizar quiénes somos, qué buscamos y qué queremos para nuestro futuro. Esto por supuesto no es fácil ni sencillo, pero las personas que lo logran consiguen mucha mayor estabilidad y se transforman en personas más fuertes, equilibradas y con las metas a conseguir mucho más claras.

Todo pasa y todo llega, sólo tenemos que tener fuerzas y ánimo para recuperarnos, conocernos mejor y conseguir nuestra felicidad!!
 

¿Cómo superasteis una ruptura importante?