lunes, 1 de abril de 2013

COMPLEJO DE INFERIORIDAD EN EL NIÑO


La inferioridad en el niño podría definirse como un sentimiento de inadecuación del niño en la familia o en el mundo exterior en general (amigos, colegio, etc).

Tienen sentimientos de incompetencia, buscan llamadas de atención, se critican a ellos mismos constantemente, se sienten pequeños y sobre todo excesivamente sensibles ante las comparaciones. Sienten envidia por las cualidades reales o imaginarias de sus compañeros, prefieren estar solos por miedo a la competición y suelen desarrollarse en algo específico para conseguir captar la atención de los demás. Curiosamente suelen criticar a los demás para conseguir así sentir una autoimagen más adecuada, aunque siempre suele ser a los que ellos sienten como inferiores a ellos.
 

Las causas psíquicas que suelen provocar éstos sentimientos son debidas generalmente a que hemos ejecutado castigos inapropiados o críticas frecuentes que hacen se interioricen y se sientan infravalorados por las personas que más quieren. Frases como “Eres idiota” o “Es que estás siempre haciendo tonterías” o “Eres un llorón” pueden causar éstos síntomas si nuestro hijo las interioriza. Las críticas frecuentes en sus comportamientos y los malos comentarios hacia él también pueden causarlo. Muchas veces queremos que nuestros hijos sean como nosotros nunca hemos logrado ser o a nuestra imagen y semejanza, sin embargo, tenemos que lograr aceptar a nuestros hijos tal y como son y valorarlos con sus virtudes y defectos.


También la sobreprotección y el control excesivo impiden que nuestros hijos crezcan como personas y se sientan incapaces de crecer y tomar decisiones por ellos mismos. Tanto si exigimos demasiado a nuestros hijos como si tomamos decisiones por ellos creará que nuestros hijos se sientan dependientes e incapaces de crear una personalidad única y segura para ser realmente felices en un futuro.

 
Proporcionar a nuestros hijos experiencias que les hagan sentir bien, en principio sencillas y con las que puedan alcanzar cierto éxito, aunque al principio sean pequeñas metas… y evitar las que sean difíciles de alcanzar… logrará que poco a poco nuestro hijo vaya sintiéndose más seguro.


Es importante que aprendamos a mostrar confianza en ellos, en sus capacidades y habilidades y sobre todo en aquello que se siente más interesados aunque a nosotros no nos parezca importante.

 
Empezar con tareas simples para poco a poco ir introduciendo tareas más complicadas irá creando que cada vez se sienta más seguro y firme con su conducta y sentimientos.

 
Dedícale tiempo a tu hijo, haz que se sienta importante y que realmente te importa, que estás dispuesto a pasar tu tiempo con él, porque eso le hará sentirse valorado realmente. Hablad con él, que os cuente todas sus inquietudes y escucharle, entenderle, animarle a que exprese sus sentimientos y mostrar sobre todo vuestro afecto y amor por él es fundamental para un buen desarrollo emocional de vuestro hijo.

 Sólo vosotros conocéis y sabéis cómo es vuestro hijo y lo que siente... ¿ qué creéis que podríais mejorar para que vuestros hijos sean más felices?



 

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