El amor es una emoción totalmente imprescindible en las relaciones de pareja, y para que ésta se dé, tiene que haber tres elementros fundamentales:
INTIMIDAD
DESEO
COMPROMISO
Si uno de éstos falla, puede llevar a un problema de pareja considerable.
INTIMIDAD: aporta la sensación de sentirse querido y apoyado y promueve el acercamiento y el vínculo entre ambos. Encontramos intimidad cuando existe:
- Deseo de buscar bienestar a tu pareja.
- Sentimiento de felicidad.
- Apoyo emocional recíproco.
- Comunicación , entendimiento y conocimiento mutuo.
- Deseo de compartir: tiempo, actividades, amigos...
- Respeto, ayuda y valoración.
Es esa sensación de apoyo incondiconal, en momentos, sobre todo, duros, sabiendo que nuestra pareja siempre estará a nuestro lado.
DESEO: es esa sensación intensa de poder disfrutar del otro con pasión, anhelo y deseo de estar juntos.
- Atracción e interés.
- Búsqueda de placer.
- Satisfacción.
- Sentimiento de pertenencia (no de posesión).
- y por supuesto, deseo sexual.
Este último hace deseable en contacto físico en general, caricias, besos, abrazos... Siendo éste necesario e imprescendible, ya que aporta la sensación de exclusividad. Pasado el tiempo el deseo que al principio nos producía ese estado de ansiedad e intensidad porque se dé, va mermando, pero si las relaciones son satisfactorias, ésto aportará una sensación de seguridad y tranquilidad que hará que la pareja sera más duradera.
COMPROMISO: es el grado en que una persona está dispuesta a acoplarse a alguien y es el componente que da estabilidad a la relación. Aporta acuerdo, lealtad, honestidad, seguidad y libertad. Estos dos últimos son verdaderos antídotos del miedo y la tensión.
Por lo tanto podemos concluir que el compromiso mantiene la pareja de forma deseable, la intimidad consigue que la relación sea atractiva y el deseo fortalece y refuerza el compromiso y la intimidad.
Cuando falla la estabilidad: es porque hay deseo e intimidad pero no compromiso, tienen dificultades para hacer proyectos comunes.
La pareja superficial: hay compromiso y deseo pero no intimidad. Es una relación cargada de secretos y confidencias a terceros. No se ha abierto al otro, está carente de profundidad.
La pareja compañera hay compromiso e intimidad pero no deseo. Generalmente se suele dar en parejas que llevan ciertos años de relación o en parejas que vienen de desengaños amorosos. Se llevan muy bien, se apoyan muchísimo, tienen proyectos en común pero fallan en sus relaciones.
Si unimos éstas desavenencias a factores como ausencia de habilidades para comunicarse, solucionar conflictos u otros componentes cognitivos la pareja puede llegar a la ruptura.
Al final, es sólo una opinión, ¿todas las parejas que llevan juntas años y años no se convierten acaso en parejas compañeras?
ResponderEliminarQuizá ese sea el final lógico de las parejas...
Saludos.
El mantener la pasión y el deseo al cabo de los años ,por supuesto, no es nada fácil, es más, la mayoría de parejas, como tú bien dices terminan acoplándose el uno al otro de tal manera que consiguen mantenerse unidos. No obstante, lo fundamental es intentar mantener esa avidez, sobre todo intentado tener una individualidad ajena a la pareja (salir con amigos, tener proyectos ajenos a la pareja, etc), sin dependencias, e intentando consolidar mediante esos deseos comunes, aquello que les une o que les hace sentir mejor.
ResponderEliminarUn saludo,
Gemma.