En general, a la hora de plantearnos nuestra separación o
divorcio siempre pensamos en nuestros hijos y lo que esto les puede acarrear. Por supuesto
una separación puede ser traumática para ellos, pero si es algo que ya no tiene
arreglo, mantenerse juntos supondría un engaño para todos y, probablemente, los
niños sufrirían mucho más viendo discusiones diarias y la falta de amor no
demostrada por parte de los padres, que la separación en sí.
Está claro que una separación nunca es buena y, que muchas
veces, dependiendo de cómo se desarrolle puede significar un dolor difícil de superar
para los hijos. Por este motivo, ante todo, hay que evitar meter a los niños dentro del conflicto. Es importante para
su estabilidad emocional, que los padres sepan diferenciar entre la pareja que
sois y el papel que jugáis como padre y madre, es decir, independientemente del
daño que nos haya producido nuestra pareja, tenemos que saber separar eso de
nuestra relación personal con nuestros hijos.
Sobre todo va a depender en gran medida de la forma en que los padres
se lo expliquen y de su actitud entre si y hacia los hijos durante y después
del proceso.
- Explícales qué es
una separación y sus consecuencias. Habla con tus hijos de la realidad de
la separación, teniendo el cuidado de no culpabilizar a nadie.
- Explica a tu hijo con claridad que papá y mamá ya no
pueden y no desean vivir juntos y, que a partir de ahora, vivirán en distintas
casas. Puedes explicarles que cuando os conocisteis y decidisteis vivir juntos
os queríais mucho pero que ahora la situación
ha cambiado y ya no puede ser así.
- Asegura repetidamente a tus hijos que ambos continuáis
queriéndoles igual o más que antes. Cuando podrán verse el padre que no esté
con ellos y sobre todo dejar muy claro que esto no es culpa de ellos ya que
suelen sentirse culpables de la separación, y que la única culpa es de vuestra
parte por igual.
- Es muy importante
que puedan seguir su rutina en la medida de lo posible: el colegio, la
misma casa, horarios, etc.
- Muchos niños ante ésta situación desarrollan la fantasía
de que es pasajero y volveréis a estar juntos, si estáis seguros de que no es
así, decidles claramente que no hay marcha atrás y será así siempre.
- A veces las separaciones acaban tremendamente mal y existe
realmente odio entre los cónyuges pero debemos evitar ante todo desvalorizar a
nuestra pareja, ya que para ellos los dos seguís siendo un referente para él.
Si realmente queremos que nuestros hijos salgan bien parados de ésta intentad
ser lo más flexibles posible, no les hagas pasar ese trago más difícil.
Luchad
no por apropiaros de ellos y sí por su libertad.
Dadles cariño,
mucha comprensión y sobre todo amor.
Sois un
referente para ellos, si queréis que aprendan de vosotros, seguid educándoles
de la misma manera.
Padre
y madre sois fundamentales para él, por igual. No importa lo humillados o
desprotegidos que os encontréis, os
necesitan porque sois únicos e irremplazables para ellos.
¿Qué frases creeis que serían adecuadas?