lunes, 11 de febrero de 2013

MÚSICA Y ESTADO DE ÁNIMO


Escuchar música influye directamente en las personas, tanto de manera positiva como negativa, con efectos inmediatos y resultados duraderos. Teniendo en cuenta los efectos positivos de la música, muchos científicos sostienen que logra cambios favorables en el cerebro de las personas que la escuchan.

La música es un aliado excelente para nuestro estado de ánimo, tanto si queremos relajarnos como si queremos estimularnos, ésta nos ayudará en gran medida.

 

Una canción puede hacer que nos relajemos, que nos haga sentir más alegría e incluso que nos pongamos nostálgicos, ya que asociamos ciertas canciones a un momento determinado o a cierta etapa de nuestra vida.

 

Generalmente, ciertos tipos de música son más aconsejables a la hora de relajarse (como la que conlleva tonos graves) y a la hora de estimularse (la que conlleva tonos agudos) pero esto no es así para todo el mundo, por lo que es aconsejable tener una especie de biblioteca musical propia con los tipos de música que a nosotros nos hacen sentir de determinada manera para poder utilizarlos según nos convenga.

 

  • Música que nos relaja.
  • Música que levantan su ánimo para cuando estemos bajos anímicamente.
  • Música que estimula las ganas de moverse para bailar cuando tengamos ganas de expresanos con el movimiento desde el baile...
  • Música para concentrarnos.

 

Esto también lo podemos utilizar en niños y suele ser muy eficaz.

 

Fijémonos en el ritmo, la melodía y la armonía para poder elegir más apropiadamente:

 

  • El ritmo: a nivel físico, por estimular el movimiento, sobre todo si se trata de percusiones. Los tambores en particular pueden incluso llegar a hacer vibrar el cuerpo y ponerse en resonancia con los latidos del corazón, influyendo en la frecuencia cardiaca.
  • La melodía: sobre los sentimientos y las emociones. La letra de las canciones también puede hacernos cambiar nuestro ánimo. Todos tenemos varias canciones que parece que se han hecho para nosotros porque nos identificamos con ellas.
  • La armonía: actúa más allá de lo exclusivamente emocional, incidiendo de una manera más potente en el desarrollo intelectual. Porque la armonía lleva en sí misma el ritmo y la melodía, potenciados por la unión de sonidos simultáneos, lo que favorece una mayor amplitud mental.

 

Pero si algún día nos sentimos deprimidos no podemos empezar con música que nos resulte demasiado estimulante o alegre, ya que esto podría producirnos un efecto contrario… sino que tendríamos que empezar con algo más melódico e intermedio para ir poniendo más tarde música que nos haga sentir más contentos.

 

Hoy en día, hay algunos mp3 y Ipod que incluso llevan una especie de biblioteca musical en la que poder ir incluyendo canciones dependiendo de nuestro estado de ánimo.

 

Poner música a vuestra vida os resultará muy gratificante y os podrá ayudar en esos cambios de ánimo que todos padecemos en nuestras vidas!
 
 

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