Las
suposiciones, los estándares, la atención selectiva, las expectativas y las
atribuciones adquieren una gran importancia en nuestra relación de pareja.
Todos
desarrollamos suposiciones acerca
del conjunto de características que tiene que tener nuestra pareja por el hecho
de serlo. Es decir, se espera en general, que las mujeres seamos cariñosas,
sensibles, cooperadoras… los hombres fuertes, seguros de sí mismos,
cooperadores… etc. Pero a veces estas
suposiciones puede ser que nos lleven a atribuciones erróneas y desencadene
algún problema.
Por ejemplo, una
pareja comienza a discutir sobre un tema, ella le dice que no sabe de lo que le
está hablando, él se defiende y a renglón seguido abandona la habitación y se
va. Las suposiciones sobre las características personales y a veces sociales
como por ejemplo que los hombres son “calzonazos” pueden ser imprecisas e
inadecuadas y provocar respuestas negativas en nuestra relación.
Los estándares son aquellas características
que creemos que nuestra pareja “debería” tener. Cuando éstos son rígidos,
extremos o irracionales impiden la evolución como persona. Por ejemplo, esa
tendencia que tenemos las mujeres en general de creer que nuestra pareja debe
saber lo que nos pasa en cada momento, los hombres no saben leer la mente! Si tienes
algún problema y lo quieres compartir comunícate, es mucho más eficaz.
La atención selectiva es aquella manera de
concebir en qué nos fijamos que hace que le demos más importancia guiados por
nuestras percepciones emocionales, fatiga o cogniciones (pensamientos) que ya
existían. Un ejemplo: si creo que mi pareja siempre intenta eludir hacer las
tareas del hogar vamos a estar más atentos, a lo que no está haciendo que a lo
que realmente está haciendo, quizá no está haciendo las tareas pero sí está
cocinando.
Las expectativas es un aprendizaje que
consiste en creer lo que va a pasar por otras experiencias pasadas de
características similares, éstas son muy adaptativas y nos sirven para no
equivocarnos en muchas situaciones pero también pueden implicar predicciones no
apropiadas que nos lleven a discutir con nuestra pareja. Esto a veces hace que
nos lleve a una realidad distorsionada nada apropiada para nuestra relación.
Algo muy positivo es intentar ser observadores más activos el uno del otro y
hacia nosotros mismos sin intentar hacer anticipaciones de lo que creemos que va
a hacer nuestra pareja. Ese… ya verás como no me pregunta qué tal me ha ido mi
cita con el médico sólo lleva a contribuir a que ya estemos enfadados incluso antes de
llegar a nuestra casa.
Y por último las
atribuciones, son explicaciones
causales que se dan a determinados acontecimientos y constituyen el núcleo
central en los desajustes de pareja. Un error fundamental es atribuir nuestras
acciones negativas a factores externos (he llegado tarde porque llovía) y las
de los demás como internas (llegas tarde porque eres un desastre!). Estas
tendencias atribucionales son fundamentales para determinar si una pareja tiene
problemas ya que las parejas sin problemas acentúan generalmente lo positivo
sin embargo las parejas disfuncionales atribuciones negativas.
Como veis, algo
fundamental para que no se den éstos problemas es en intentar observar y
distinguir cuáles de ellas utilizamos en nuestra pareja, comunicarnos mucho y
entrenar nuestra capacidad para enfrentarnos a situaciones críticas, así
aumentaremos el bienestar en nuestra pareja.
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